lunes, 27 de mayo de 2013

El glamour y seducción la definian.

Marilyn Monroe tenía dos facetas muy marcadas en su personalidad, por un lado era una mujer que prodigaba una gran femeneidad y vulnerabilidad, glamour y seducción muy estudiada y era muy consciente de sus dones como mujer rubia y muy atractiva sexualmente que a veces pasaba por tonta sin serlo; por otro lado, Monroe era esclava de la primera faceta, para ella era muy importante lo que opinaban las personas que le importaban. Desarrolló una personalidad neurótica, depresiva66 y obsesiva que revelaba carencias de afecto en su niñez y primera juventud que afectaban su desempeño en el plató llegando atrasada a los rodajes, manifestando crisis de pánico o bien, asumía conductas impulsivas súbitas.

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